El cultivo de canola se inició en Canadá en 1978 con la liberación de las primeras variedades.  Presentó una fuerte expansión durante la década de los noventas debido a que presentaba una mayor rentabilidad que el cultivo de trigo, llegando a sembrarse a nivel mundial alrededor de 25 millones de hectáreas y una producción de 35 millones de toneladas. La demanda de esta oleaginosa esta basada en la producción de un aceite de excelente calidad para consumo humano y pasta utilizada como suplemento proteico en la fabricación de alimentos balanceados para la ganadería.  En México la demanda anual es 1 millón de toneladas aproximadamente, la cual es importada para ser procesada por la industria aceitera nacional. En vista de que en México existe potencial para la producción de canola en extensas áreas agrícolas del centro, norte y occidente del país en 1997-98 se iniciaron los trabajos de investigación, validación y transferencia de tecnología de este cultivo. El objetivo fue generar la tecnología de producción, validarla y transferirla a los productores agrícolas, para que se constituyera como una nueva opción de siembra rentable y a la vez contribuir a la reducción del déficit en la producción nacional de esta oleaginosa.

Durante los últimos años se han realizado estudios de adaptación de variedades introducidas de Canadá, Europa, Australia y Estados Unidos, resultando sobresalientes las siguientes: Hyola 401, Hyola 61, y SP Armada, las cuales se han sembrado en pequeña escala  a nivel comercial.

En el 2001 se inicio el Proyecto Nacional de Canola financiado por la Industria Aceitera Nacional con el objetivo de generar la tecnología para producir este cultivo en diferentes regiones del país. A la vez se han realizado actividades de validación y transferencia con el propósito de hacer llegar a los productores la tecnología generada. A la fecha se cuenta con los paquetes tecnológicos para la producción de canola y se ha sembrado alrededor de 15,000 hectáreas ente 2004 y 2008, en estados como: Tamaulipas, Guanajuato, Jalisco, Sonora, Tlaxcala, Estado de México, Hidalgo y Puebla. Estos programas de siembra han servido para promocionar el cultivo de canola con el objetivo de hacer más extensiva la siembra de esta oleaginosa.

Uno de los principales problemas que han limitado la expansión de este cultivo en México es la falta de variedades nacionales, así como la falta de semilla de variedades extranjeras que han presentado buena adaptación al país. Debido a que la canola es relativamente nueva en México es prioritario generar variedades adaptadas a las diferentes regiones agrícolas así como la tecnología de producción a través de la cual se asegure una alta productividad. En base a lo anterior el objetivo del programa de mejoramiento genético es la formación de variedades de canola de alto  rendimiento, estabilidad y con la calidad demandada por la industria. Es importante también determinar cuales son las regiones con mayor competitividad para la producción de esta oleaginosa, considerando la ubicación de las plantas de la industria aceitera. En este último aspecto ya se cuenta con estudios de potencial productivo de canola, así como de análisis de rentabilidad y competitividad en las principales regiones productoras.

 

Líneas desarrolladas y evaluadas en el INIFAP

A partir del ciclo 2005-2006 se inició el programa de mejoramiento genético de canola en el INIFAP con el objetivo de desarrollar variedades mexicanas adaptadas a las condiciones agroecológicas del país. En cuanto a características agronómicas se buscan variedades precoces, insensibles al fotoperíodo, altura intermedia a baja, uniformes en madurez, resistentes al desgrane y acame, alto rendimiento de grano y aceite, así como la calidad requerida por la industria nacional.  Aprovechando que en México existen condiciones climáticas favorables para el cultivo de canola tanto en otoño-invierno como en primavera-verano se ha logrado obtener en un corto tiempo líneas avanzadas con un mejor rendimiento y características agronómicas que la variedad testigo Hyola 401. Estas líneas avanzadas actualmente están en el proceso de validación y se tiene planeado proponer la liberación de las primeras 2 variedades mexicanas para el ciclo 2008-2009.