Editoriales
El calentamiento global obliga a un replanteamiento agrícola
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Oct 31, 2007, 10:00

La agricultura es la actividad industrial y comercial que mayor atención está recibiendo de parte de muchos sectores, ya sea porque es una de las causas del calentamiento global y, a su vez porque recibe el impacto de este fenómeno mundial, lo que fundamentalmente se traduce en alteraciones en la producción agrícola, los subsidios y la especulación en los precios. De acuerdo con las opiniones de los científicos que integran el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, los efectos podrán ser benéficos para algunas regiones; mientras que otras, sufrirán consecuencias negativas. En términos mundiales los expertos predicen aparición de plagas difíciles de erradicar y disminución en la productividad. Sostienen sin embargo, que los efectos no serán parejos en todo el mundo, ya que en el hemisferio norte, estaciones cálidas más largas y mayor concentración de CO2 favorecen el crecimiento de las plantas; en cambio, en muchas otras regiones, períodos de sequía largos propician la disminución de la productividad y calidad de las cosechas.

Para latitudes como México, el aumento en la temperatura ambiental, entre uno y tres grados centígrados para los próximos 15-20 años, con mayor concentración de CO2, provocará menor disponibilidad de agua, disminución de la humedad en el subsuelo y modificación en el régimen de lluvias que tendrá repercusiones importantes en las condiciones agroecológicas de la tierra, lo que obliga a un replanteamiento agrícola que abarca una nueva distribución y reconversión de los cultivos desde ahora. ¿Cuáles serán los cultivos que pueden tener mejores rendimientos? ¿En qué regiones? ¿Con qué tecnologías? ¿Cuáles serán los usos de estos cultivos? ¿Con qué ventajas económicas?

En definitiva, el cambio climático modificará el régimen económico de la agricultura en cada una de las diferentes regiones que conforman el país. Habrá un incremento en la demanda de agua, que debido a la escasez aumentará de precio, lo que a su vez indica que será necesario sustituir cultivos que requieren grandes cantidades de agua por otros que soporten bien la sequía, se adapten a regímenes de temporal y suelos con problemas de erosión o salinidad, y además, sean productos rentables porque son útiles y codiciados, precisamente por ser muy versátiles. Por ejemplo, las oleaginosas sirven para muchas cosas; para la fabricación de múltiples alimentos para el consumo humano, alimento para los animales, y también para la fabricación de biocombustibles y muchos otros productos industriales, como barnices y plásticos biodegradables.

Pero el IPCC advierte que la calidad de productos básicos disminuirá porque los granos y semillas perderán contenido de proteína, por lo que el agricultor se verá en la necesidad de utilizar mayores cantidades de fertilizantes nitrogenados, con los efectos negativos de contaminación de tierra y agua. Será necesario llevar  a cabo una rotación de cultivos más racional y es de esperarse que la biotecnología sea un recurso indispensable para obtener mayores cosechas, con menor uso de agroquímicos y mayor rendimiento por hectárea.