Para 2023 la producción de granos y oleaginosas se estima superará 40 millones de toneladas (t), con incrementos en maíz, frijol y sorgo, mientras que trigo se mantendrán en los mismos niveles de 2022;sin embargo, se mantendrán importaciones y hay riesgos externos e internos que pueden modificar esta escenario.
El mayor riesgo estará determinado por el desarrollo de la guerra entre Rusia y Ucrania, sobre todo por la disponibilidad de fertilizantes; mientras que a nivel país los riesgos “son las cambiantes política públicas que lejos de brindar estado de derecho e incentivar la producción establecen barreras productivas como el cierre de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), la entrega de subsidios no enfocados a elevar la productividad y decretos que se dificultan la obtención de insumos básicos como semillas y agroquímicos".
Así lo plantea el reporte Perspectivas Agroalimentarias 2023, elaborado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), donde se puntualiza que para el presente año la producción de granos y oleaginosas se estima en un rango de 39.5 a 44.3 millones de t con una producción puntual de 42 millones. La proyección es que se siembren 11.5 millones de hectáreas (h).
La producción de maíz se calcula en 28 millones de t, un incremento de 4.2% considerando las 26.9 millones de t de 2022. El rango para el presente año puede variar de 27 a 29 millones, según las condiciones agroclimáticas que se presenten. En tanto, el rendimiento de maíz se mantendrá en 4 t/h sobre una superficie cosechada que oscilará entre 6.4 a 7.4 millones de hectáreas.
Según el análisis del GCMA, “las importaciones de maíz para el sector industrial y pecuario crecerán ligeramente, en 1.4% comparado con los 18 millones de t del 2022, para alcanzar 18.2 millones”.
El segundo lugar en producción lo ocupará el sorgo con una cosecha esperada de 4.6 millones de t, lo que representa un incremento del 7.9% respecto al cierre de 2022 derivado de mejores rendimientos de 3.5 t/h. La importación de sorgo dados los precios relativos con maíz se encuentra en un intervalo 0.7 a 1.3 millones de t, con lo que se alcanzaría un consumo aparente entre 4.8 y 6.5millones.
En tercer lugar. se ubica el trigo, donde se espera que la producción sea de entre 3.3 y 3.6 millones de t y se mantendría la producción con respecto al año anterior, dado que se estarían cosechando las mismas 599 mil hectáreas. con un rendimiento de 5.4 a 6.5 t/h. Para abastecer la demanda de 7 millones de t se importarían 43 millones de t, con un intervalo de 3.9 a 4.9 millones.
La producción de frijol para el 2023 se espera en un millón de t, lo que representa un incremento del 11% respecto al cierre del año 2022, aunque esta proyección tiene un intervalo que abarca desde 959 mil t hasta 1.2 millones, debido a que gran parte de la superficie es de temporal y los costos de insumos elevados.
El consumo aparente se estima en un rango de 983 mil t hasta 2 millones de t lo que significaría importar entre 94 mil t y 139 mil t, indica el GCMA.
En 2022 se mantuvieron importaciones
El cierre estimado para el año 2022 de la producción de granos y oleaginosas es de 40.3 millones de t, una cifra 0.6% menor a la reportada en el año previo, mientras que el consumo fue de 76 millones de t, por lo que se importaron 26millones de t, donde destaca el maíz con 17.3millones,soya con 6.5 millones y trigo con 5.2 millones de t.
El reporte destaca que en general para estos cultivos se obtuvieron mejores rendimientos con 3.65 t/h y precios medio rural superiores a 7 mil pesos por t. Los altos precios elevaron el valor de la producción en 26% con respecto a 2021.
Hace hincapié en que, “la producción de granos y oleaginosas en nuestro país concluyó en un ambiente de mucho estrés derivado de las condiciones agroclimáticas y la volatilidad del mercado.
En México, la superficie cosechada se concentra en un 85% en 3 cultivos: maíz con 60%, frijol con 13% y sorgo con 11%.