Expertos reunidos en un foro destacaron este martes el potencial de América en la producción de cereales, lo que le convierte en un actor clave para aportar a la seguridad alimentaria al mundo de manera sostenible.
“La producción de cereales significa matar el hambre mundial. Brasil produce casi 300 millones de toneladas de cereales de manera sostenible y consideramos que nuestro continente tiene que demostrarle al mundo su importancia en la seguridad alimentaria mundial”, afirmó el secretario de Agricultura Familiar y Cooperativas del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, Fernando Schwanke.
El funcionario brasileño fue uno de los participantes en un seminario organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con el fin de analizar el papel de los granos y las semillas oleaginosas en los sistemas alimentarios sostenibles.
Según datos expuestos en el evento, América es responsable del 26 % de todos los cereales que se producen en el mundo y del 35 % de la producción mundial de cultivos oleaginosos. El 74 % del total de cereales producidos en la región es maíz y un 15% trigo, mientras que el 79 % del total de oleaginosas producidas es soja, el 6 % palma aceitera y un 6 % colza.
“El sector de granos y oleaginosas es muy fuerte. En Canadá representa el 45 % de las exportaciones. El desarrollo de la región está siempre intrínsecamente ligado al desarrollo del sector y lo vemos como un fundamento para la recuperación después de la pandemia, para el crecimiento y progreso a largo plazo de nuestro país, así como fundamental para la seguridad alimentaria global”, dijo el viceministro adjunto de Agricultura y Agroalimentación de Canadá, Tom Rosser.
Los expertos coincidieron en que América Latina y el Caribe viene en un proceso gradual y continuo de transformación hacia sistemas sostenibles y amigables con el ambiente, y que en ese sentido el sector de los cereales y oleaginosas debe aprovechar más las oportunidades que ofrece la ciencia, la tecnología e innovación para producir más con menos y usar eficientemente los recursos naturales.
“Los avances en esta área, especialmente en el campo de la biotecnología, la ciencia de datos y las tecnologías de información y comunicación, así como las mejores prácticas agrícolas, permitirán alcanzar producciones sustancialmente mayores y más sostenibles para el futuro, algo que es esencial frente a los retos que hay que enfrentar en cuanto a la mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático”, expresó el director general del IICA, Manuel Otero.
El seminario es parte del proceso de diálogo y consultas que lleva a cabo el IICA en el camino hacia la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, con miras a conformar una representación adecuada de las Américas, sus Gobiernos, instituciones y agricultores, explicó el instituto. Estas son las cifras para Europa de lo más destacado de los últimos reportes de las estimaciones de granos y oleaginosas publicados por el USDA el pasado 9 de noviembre:
Las existencias finales de la oleaginosa aumentarían un 7,9% a nivel global, ubicándose en 102,2 Mt. Sin embargo, para Estados Unidos, India, Irán y China, sus stocks descenderían 19,6%, 0,9%, 17,7% y 0,9% en su orden, en tanto que, para Brasil y Ucrania, los stocks aumentarían 33,8%, 24% y 27,8% respectivamente.