La soya se consume en su forma simple o a través de alguno de sus derivados (tofu, leche, salsa), mismos que se han expandido en el mundo como parte de una opción de alimentación que nutra y supla las proteínas provenientes de productos pecuarios, principalmente.
Al cierre de 2021, México registró una producción de 360 mil toneladas de soya, lo que representó un aumento de 46.2 por ciento en comparación con 2020, de acuerdo con cifras preliminares de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Con estas cifras, México se ratifica como una nación cosechadora de la oleaginosa, toda vez a que a nivel mundial su producción se encuentra concentrada en un grupo de pocos países, que por sus capacidades tanto de superficie, como productivas y tecnológicas, se han transformado en proveedores de soya para el resto del mundo.
Datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) señalan que en 2020 México registró un volumen de 246 mil toneladas de soya, uno de los granos básicos para el país, el cual mantiene una tendencia al alza, luego de que en 2019 se observaron 233 mil toneladas.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural destacó que entre los principales estados productores de soya están Yucatán, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa y Chiapas.
La soya es la oleaginosa de mayor importancia en el mundo, por los volúmenes comercializados como semilla, y se calcula que existen más de tres mil variedades de esta semilla en todo el mundo, que se diferencian de acuerdo a su uso.
La soya (Glycine) es una oleaginosa de la familia de las papilionáceas que procede de la especie Glycine ussuriensis, su ciclo vegetativo oscila de tres a siete meses; las hojas, los tallos y las vainas son pubescentes; la semilla generalmente es esférica, el tamaño es mediano y es rica en proteínas, vitaminas, fibra y aceites.
La soya o soja se consume en su forma simple o a través de alguno de sus derivados (tofu, leche, salsa), mismos que se han expandido en el mundo como parte de una opción de alimentación que nutra y que
supla las proteínas provenientes de productos pecuarios, principalmente.
Otros usos son como alimento para el ganado, elaboración de aceites comestibles o lubricantes industriales, grasas vegetales, pinturas u otros derivados industriales.
