La fuerte sequía que azota al País está causando mayores estragos en nueve entidades con una importante actividad agrícola.
Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Guerrero y Michoacán reportan sequía extrema y extraordinaria, de acuerdo con datos de Conagua.
En tanto, en Tabasco, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo y Morelos se han identificado zonas anormalmente secas.
En los estados del norte, la situación se ha agravado, pues las 16 presas más importantes para riego de cultivos están en 30.7 por ciento de su capacidad.
Cinco de estas presas están en Sinaloa, tres en Sonora, dos en Tamaulipas, una en Chihuahua y el resto en Jalisco, Michoacán y Nayarit.
En conjunto, acumulan un nivel disponible de 14.4 hectómetros cúbicos, es decir, 57.1 por ciento por abajo del nivel de 2020.
Pero la sequía se ha extendido a otras zonas y, hasta ahora, 72.8 por ciento del País está afectado por la falta de agua.
La Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) alertó que la producción agrícola está en riesgo en 450 municipios de 19 estados, destacando Oaxaca, Sonora, Chihuahua y Zacatecas.
Se prevé que la producción se contraiga 30 por ciento este año, por la sequía y una menor superficie sembrada.
Al cierre del primer trimestre, se sembraron 7.4 millones de hectáreas de riego y temporal, de las cuales se han cosechado 2.9 millones y 348 mil de cultivos como trigo grano, tomate verde, frijol y avena resultaron siniestradas, señalan datos del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Al cierre de marzo, se tenían casi 1.7 millones de hectáreas sin cosechar en zonas de alta vulnerabilidad por los bajos niveles de presas.
En tanto, se estima que la producción de soya caerá al menos 10 por ciento a causa de la falta de agua.
En el caso del sorgo, se estima la producción más baja desde 1994 con una cosecha de 3.75 millones de toneladas.
Para el ganado bovino se anticipa una reducción en la productividad de becerros de 40 a 30 por ciento este año por la sequía, señaló Homero García, secretario de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).
“(La sequía) genera una menor producción, una menor oferta, y eso implica o explica un aumento en los precios al no haber el suficiente producto como en otros años”, explicó Luis Fernando Haro, director general del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
Además de la disminución de las lluvias, hay un mal manejo de agua y el uso excesivo de este recurso en cultivos que, si bien son redituables económicamente, no se les ha invertido en infraestructura de riego para su optimización.
“En opinión de GCMA todo lo anterior provocará problemas de agua para consumo humano y se tendrán menores cosechas.
“También habrá reducción en el hato ganadero y una menor oferta por los efectos de sequía en Estados Unidos, Sudamérica y otros países, lo que incidirá en un incremento en los precios, como adviertelo está indicando la FAO”, apuntó el Grupo.