México depende en un 90% del exterior en oleaginosas, pues la producción nacional actual no alcanza a satisfacer la necesidad y demanda internas.
Tras políticas que privilegiaron la producción de granos básicos, en México se desarrolló dependencia del exterior para satisfacer la demanda de oleaginosas.
Esto plantea un reto para el sector agrícola actual, que implica reducir la importación de oleaginosas como la soya, cártamo, canola y girasol.
Actualmente, el país depende en un 90 por ciento del exterior en oleaginosas, pues la producción nacional actual no alcanza a satisfacer la necesidad y demanda internas.
México fue autosuficiente en oleaginosas hasta los años 80, pero después estos cultivos enfrentaron problemas fitosanitarios que comenzaron a mermar la producción.
“México depende otra vez en un 90 por ciento o más de puras importaciones de oleaginosas, es decir, no somos capaces de producir ya ni el 10 por ciento de las oleaginosas que México necesita”, destacó Jorge Ramos, director general de Grupo Aceites del Mayo.
El directivo comentó que el alto nivel de dependencia es peligroso para el país, pues lo coloca en una situación de riesgo a que los países en un momento dado ya no envíen soya, girasol o canola.
“En ese momento nos vamos a asfixiar porque toda la industria pecuaria depende de las oleaginosas, el ave, cerdo, ganado, consumen pastas oleaginosas para su alimentación, la población también necesita y no producimos ni el 10 por ciento de lo que nos comemos”, enfatizó.
Con esto y las distintas políticas implementadas que focalizaron los estímulos en granos básicos, se “desemparejó la cancha” y comenzó una fuerte cosecha de alimentos como el maíz en áreas que anteriormente no estaban siendo cultivadas.
Desde los años 90 comenzó entonces una falta de planeación agrícola nacional que careció de una evaluación eficaz por región, cultivo y productividad, con lo que se continuó desarrollando al grano básico en determinadas regiones y el resto de los cultivos se fue quedando.
“Actualmente las oleaginosas no cuentan con un esquema propicio para desarrollarse en el País y es muy difícil bajo esa circunstancia generar un volumen interesante de oleaginosas que en forma creciente se está demandando”, manifestó Ibarra.