Existen 4.3 millones de unidades económicas en México, que representan el 81% del total, que representan mayoritariamente una agricultura familiar de subsistencia, sin vinculación al mercado o bien con limitada vinculación a los mercados; en el otro extremo existen 994 mil unidades, que representan el 19% que practican la agricultura comercial.
El 23% de la población en nuestro país vive en las zonas rurales, de los cuales el 58% de esta población vive en la pobreza.
Los productores mexicanos vinculados a los mercados, y quienes podrían ser desplazados por la producción de otros países, son los que representan ese 19% de las unidades de producción que existen en nuestro País.
Las exportaciones agroalimentarias están basadas en productos como la cerveza, el aguacate, el jitomate, tequila, carne de res, y pimientos, entre otros; pero en la producción de granos básicos estamos perdiendo terreno, México se ha convertido en uno de los principales importadores de granos básicos y oleaginosas del mundo, solo en el 2018 se importaron 30.4 millones de toneladas entre maíz, trigo, arroz, frijol soya y pasta de soya; de productos cárnicos (res, puerco y aves ) importamos poco más de 2 millones de toneladas y de productos lácteos (leche en polvo, quesos y requesón), cerca de 500 mil toneladas.
Lo importante es que en el diseño de las políticas públicas se considere una diferenciación delos programas: los productores comerciales de este país, principalmente los de granos básicos, requieren programas como agricultura por contrato, ingreso objetivo y sus componentes, como las coberturas de precios, que den certidumbre a la producción; es la única manera de disminuir la dependencia alimentaria que tenemos; hay que entender que la competencia no esta entre los pequeños, medianos y grandes productores de México; la competencia esta con los productores y las economías de otros países y en primer lugar con los de Estados Unidos, como el principal socio comercial; son esos productores, los que son sujetos a apoyos importantes y crecientes, así como a mejores condiciones en materia de infraestructura y acceso a insumos, a otras tecnologías y financiamiento en condiciones más competitivas, entre otras diferencias.