El campo mexicano ha sido una de las áreas productivas más abandonadas del país. A pesar que durante buena parte del siglo XX el campo fue el principal pilar de la economía mexicana, hoy en día la producción agrícola ha perdido relevancia en México. No obstante que las economías modernas buscan una mayor diversificación de sus productos, países como Estados Unidos o Australia aún continúan dándole gran importancia a la producción de alimentos por su alto valor social y económico. Desafortunadamente, en México el abandono al campo ha sido una constante, generando problemas como la pérdida de la soberanía alimentaria, el aumento de la pobreza en zonas rurales, la migración de millones de mexicanos de sus lugares de origen y el estancamiento de la economía nacional.
La política agropecuaria que propone el nuevo gobierno, considera a la agricultura dentro de su visión como uno de los principales motores del crecimiento de la economía, fuente de bienestar para las familias y base para lograr la seguridad alimentaria. Para esto es necesario fijar grandes objetivos estratégicos en donde deben de participar todos los actores del sector agrícola nacional, incluyendo aquellos de naturaleza internacional que operan en nuestro país, sin duda, un llamado a construir el futuro del sector agroalimentario desde la planeación hasta la ejecución de las acciones que deban de desarrollarse para el logro de los objetivos.
En México tenemos productores buenos, capaces, trabajadores, inteligentes, organizados, ellos sólo necesitan un gobierno que los apoye y técnicos que los asesoren, de lo demás ellos se encargan. En los países en donde el campo es productivo es porque el sector es apoyado por el gobierno, le otorga subsidios, desarrolla infraestructura, construye presas, sistemas de riego, impulsa la comercialización y la transformación de los productos del campo, impulsa proyectos productivos, construye caminos, forma agrónomos y técnicos del campo.
En este sentido el Comité Nacional sistema Producto Oleaginosas ha manifestado en todo momento la necesidad del sector de contar con acompañamiento gubernamental en los programas de abasto de semilla, investigación, incentivos a la productividad en el paquete tecnológico, comercialización segura, ingreso objetivo, agricultura por contrato y reconversión productiva; con la intención de mantener un conjunto de esquemas que permitan la sostenibilidad del sector, pues todas las propuestas se encuentran alineadas con el Proyecto de Nación que ha manifestado el Presidente de la Republica, Lic. Andrés Manuel López Obrador, de quien celebramos haya pronunciado su interés categórico a las oleaginosas desde 2017.