Con una expectativa de producción global de 320.21 millones de toneladas de soya entre 2015/2016, Estados Unidos es el país líder en su producción, al contar con óptimas condiciones para producir semillas de alta calidad gracias su clima propicio, conocimiento de las plantas y manejo adecuado de los cultivos. Asimismo, es uno de los países líderes en exportación de soya, teniendo un consumo interno también muy importante. Sólo en 2014/2015, produjo un total de 106 millones de toneladas de soya.
Por su parte, México es el segundo importador de soya a nivel mundial, después de China. El 92% de la soya que se consume en México es importada de EUA, debido a que México actualmente no posee la capacidad de producción necesaria para satisfacer el mercado nacional y los esfuerzos de producción se han enfocado hacia otras cultivos en los que es líder, como por ejemplo, las berries.
En el caso de la soya, a pesar de que el grueso de la semilla que se transformará se importa, es de subrayar que son las empresas mexicanas quienes la transforman para desarrollar productos a base de soya como aceite de uso casero e industrial, texturizado, harina, botana y bebida de soya, entre otros. Más adelante, la balanza comercial se equilibra ya que estos productos se comercializan y distribuyen en el país o se exportan a EUA y otras partes del mundo.
México es el 6to procesador de frijol de soya y productor de pasta y aceite de soya del mundo.
México se estima que exporta 20,000 toneladas de pasta de soya a algunos países en el caribe y el potencial para exportación sigue creciendo.
Respecto del aceite de soya embotellado, México también exporta 4,000 toneladas anuales tanto a Estados Unidos como a Centro América.
A pesar de importar la materia prima, el 70% de la pasta de soya es de producción nacional. Su consumo en México es de aproximadamente 5 millones de toneladas al año.
El 78% de aceite crudo de soya es de producción nacional. Así también, el 94% del aceite refinado y embotellado es de producción nacional, con lo cual se cubre cerca del 90% de la oferta del mercado mexicano de aceites y grasas terminadas. El caso del aceite presenta un consumo anual de 960,000 toneladas.
En 2015, la industria mexicana de aceites, grasas y proteínas generó 36,800 empleos directos e indirectos y su producción, de acuerdo con cifras de INEGI, tuvo un valor de $60,700 millones de pesos.