El próximo gobierno mexicano tiene el propósito de “democratizar el acceso al financiamiento”, por lo que propone el establecimiento de un “Nuevo Sistema de Financiamiento Rural” que permita ordenar y coordinar la operatividad de los recursos que cada secretaría destina a este rubro y así evitar duplicidades, además que el crédito se otorgue de manera diferenciada y holística.
De acuerdo con el Proyecto de Nación 2018-2024 se trata de transformar la banca de desarrollo rural e integrarla en una sola entidad el crédito, con apoyos, servicios de garantía, seguros, capital de riesgo y coberturas de precios. Esto con el fin de optimizar los recursos públicos y evitar la concentración de beneficios en determinados productores y empresas.
Para ello, detalla, tendrá que existir coordinación con las dependencias que ofrecen incentivos y subsidios a la población rural con actividades productivas, como las secretarías de Agricultura, de Desarrollo Social y de Economía. En este sentido se plantea, “la participación conjunta en el diseño de esquemas de apoyos e incentivos vinculados al crédito…”
Además, explica, habrá que rediseñar los programas de padrones que otorgan incentivos directos a unidades económicas rurales, establecer un padrón de usuarios de los servicios que apoya la banca de desarrollo y el nuevo sistema operativo, con un número único de registro por beneficiario. Se trata de “optimizar los recursos públicos midiendo sus resultados en función a su impacto para el desarrollo”.
El objetivo –se puntualiza en el texto– es modernizar la estructura operativa de la banca de desarrollo con una visión integral, donde otras premisas son considerar el financiamiento al sector rural como bien público; fortalecer y profundizar la atención al pequeño productor y diseñar una solución holística que integre financiamiento, apoyos, capacitación y asistencia técnica.
La propuesta– elaborada por el equipo del virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador–, también habla de brindar servicios complementarios a los productores rurales para la administración de riesgos, así como su incorporación a cadenas de valor, diferenciando a los productores de autoconsumo, con aquellos que tienen potencial productivo, los que atienden al mercado interno y los exportadores.
Apoyos diferenciados
De acuerdo con este planteamiento, los esquemas y programas de financiamiento serán diferenciados, es decir, se adaptarán en función del tipo de población, actividad, región, grado de especialización y nivel de integración y “podrán ser variables, graduales y temporales en la aplicación de condiciones subsidiadas”.
También se busca consolidar en un solo modelo los esquemas de garantías existentes (líquidas simples, mutuales de primeras y segundas pérdidas) y desarrollar el mercado de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) constituidas a partir de intermediaros financieros rurales.
La propuesta plantea contabilizar el número de usuarios apoyados y monto otorgado, total y por estrato o nivel de desarrollo y contabilizar el número de sujetos que han sido “bancarizados” por el sistema y que pasan a ser sujetos de los Intermediarios Financieros Privados.
Finalmente, el documento señala la necesidad de impulsar y apoyar la formación de un sistema nacional de sociedades cooperativas de ahorro y préstamo (SCAPs) de los productores y pobladores rurales, en los términos de la normatividad vigente,con la asesoría técnica de la Confederación Alemana de Cooperativas (DGRV).
