Restringir las zonas de tráfico en el campo, reduce la compactación de tierra.
Manejar en campos mojados con maquinaria agrícola pesada compacta la tierra y limita la cosecha. Desafortunadamente, es muy difícil evitarlo. La siembra y la cosecha tienen que ser hechas en el momento oportuno y el clima puede cambiar rápidamente en su contra. La instalación de llantas más grandes y la reducción de la presión del aire de las llantas son métodos más usados por los agricultores para evitar la compactación, pero algunos agricultores están intentando algo diferente, están experimentando con tráfico controlado (CTF por sus siglas en inglés). Es algo nuevo en Norteamérica, pero CTF es muy común en Australia y está haciéndose muy popular en Europa.
Camino trillado. El uso de grandes neumáticos minimiza la compactación de suelos por medio de la difusión del peso del equipo sobre áreas más grandes para reducir la carga de los ejes. CTF reduce la compactación al asegurar que toda la maquinaria siga siempre la misma huella de las ruedas cuando se conduce a través del campo. Ya que incluso un sistema de siembra de una sola pasada puede dejar más de la mitad del campo cubierto de huellas de ruedas, restringir el tráfico en el campo puede ser una manera eficaz de manejar la compactación. Las huellas de llanta se comprimen en caminos firmes, pero la compactación se elimina casi por completo en cualquier otro lugar.
Es un concepto muy simple, dice Jodi Dejong-Hughes, extensionista regional de cultivos y suelos de la Universidad de Minnesota en Marshall, Minnesota. Los campos se dividen en dos zonas diferentes: una se dedica estrictamente a la producción de cultivos, mientras que la otra se convierte en carriles para maquinaria agrícola. Ya que no hay razón para tratar de cultivar nada en los carriles, las líneas que normalmente se encuentran ahí, quedan sin sembrarse, para que los productores no pierdan valiosas inversiones en esas áreas.
“El equipo tiene que ser del tamaño adecuado y de la configuración de llantas apropiada para que funcione” dice Dejong-Hughes. Si usted tiene una cosechadora de 12 hileras (cabezal de 30 pies o 9.14 metros), se necesitaría un pulverizador de 27.4 metros y una sembradora de 12 o 36 surcos para que sea capaz de conducir el pulverizador y la sembradora por las vías de la cosechadora”.
Steve Larocque, un agricultor de Three Hills, Alberta, y un autor de “Beyond Agronomy News”, cambió toda su granja a CTF en 2010. Larocque y su cuñado, modificaron todo su equipo para manejarse en incrementos de 30 pies en ejes de 3.09 metros de ancho. Siembran con una sembradora de aíre de 9.14 metros, fumigan con una pulverizadora de 27.4 metros y cosechan con un cabezal de 9.14 metros.
“Ya estamos viendo las ventajas con el sistema”, dice Larocque. “El suelo está ablandándose y así nos permite obtener una mejor infiltración del agua. Por ejemplo, en 2011, recibimos 8 pulgadas de lluvia, 20.32 centímetros, justo después de la siembra en nuestros pesados suelos de arcilla. Incluso después de perder el 10% de nuestros campos a causa de las inundaciones, nuestra cebada todavía promedió 6,650 kilogramos por hectárea, muy por encima del promedio”.
Dejong-Hughes dice que los productores deben estar conscientes de que CTF, como cualquier nuevo sistema de administración agrícola, viene con una curva de aprendizaje. Actualmente, el Programa de Adaptación Agrícola de Canadá y otros grupos de la industria han proporcionado a la Agricultura de Tráfico Controlado de Alberta un financiamiento durante tres años para evaluar y determinar, qué tan bien se adaptan los sistemas CTF a condiciones de crecimiento de las praderas. Los productores pueden estar al tanto de los resultados visitando: www.controlledtrafficfarming.com