El sector rural mexicano hoy en día se caracteriza por la pobreza de la mayoría de sus habitantes, el bajo crecimiento y productividad de las actividades que ahí se llevan a cabo, la constante y creciente degradación de los recursos naturales, así como el acceso a los mercados en condiciones desfavorables.
Esta situación tiene su origen en factores de diversa índole, entre los que se encuentra el bajo desarrollo organizativo presente, el cual limita las posibilidades de los productores para incrementar sus capacidades técnicas, empresariales y de negociación, que les permitan, a través del trabajo conjunto, elevar su competitividad para hacer frente a los retos comerciales actuales.
La organización formal impulsa el desarrollo de las actividades de los productores rurales porque les otorga certeza en la propiedad de los recursos y bienes de la organización, fortalece el orden y promueve el adecuado desempeño de sus procesos productivos, de transformación, administrativos y contables; además, facilita la obtención de mayor y mejor información sobre los mercados, el acceso a capacitación y asistencia técnica especializada, a financiamiento, y administración de riesgos. Asimismo, incrementa su capacidad de negociación al realizar compras y ventas conjuntas para propiciar la mejora en los precios y la calidad de los insumos que adquieren, así como los productos que generan y comercializan. En suma, los productores organizados alcanzan posiciones que de manera individual no lograrían.
No obstante, y según el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el medio rural mexicano únicamente existen 19,184 unidades económicas (UE) que desempeñan las actividades agrícola, de cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, la pesca, caza y captura, además de la prestación de servicios relacionados con las actividades agropecuarias y forestales. La pesca, caza y captura cuentan con el mayor número de UE, pues 86% del total se ubica en este rubro, con presencia principalmente en los estados de Veracruz, Oaxaca y Tabasco, mientras que la segunda posición la tiene la cría y explotación de animales, que concentra 10% de las UE rurales del país y se localizan en Morelos, Michoacán y Oaxaca, principalmente.
El mismo Directorio da a conocer que las UE nacionales se caracterizan por ser pequeñas, pues predominan aquéllas que están integradas por cinco o menos personas (73% del total tiene esta condición) lo que permite dimensionar que, aunque existen las organizaciones, dada su baja escala, es altamente probable que su alcance también sea bajo.
Por tanto, si bien se identifican esfuerzos por la constitución formal de los productores y existen instituciones gubernamentales que fomentan la formación, crecimiento y consolidación de las organizaciones en el sector rural con diversos instrumentos, ésta sigue siendo incipiente y, por lo tanto, también lo es el beneficio alcanzado, por lo que los retos en materia organizativa aún son grandes y podrán alcanzarse en la medida que ambos actores coordinen su actuar y recursos con el fin de consolidar la organización económica en el medio rural.
