Última actualización: Feb 11th, 2022 - 09:25:19 |
Con la determinación de los mineros en busca de su fortuna, en oro, los agricultores escogen entre diferentes perfiles de suelo, -aún en búsqueda del tesoro. Esas riquezas son en forma de gusanos, ácaros, nematodos, raíces de plantas de plantas con crecimiento profundo, estructura de agregados del suelo y cualquier señal que delata la actividad bacteriana o fungicida. Todos ellos son indicadores de la calidad del suelo y una forma segura de atacar la veta es desarrollando las estrategias de administración que mejorarán esa calidad.
“Las tierras saludables están proliferando con una actividad biológica, que incrementa la productividad de los cultivos y el ganado”. Dice Jill Clapperton, quien es consultor en salud de la tierra reconocido internacionalmente.
“Sin embargo, tiene que alimentar el suelo para que alimente su cultivo. Una forma ideal para suministrar millones de organismos que trabajan juntos para construir una tierra de calidad, es plantando cultivos de cobertura y mezclas de cultivos de cobertura.
Clapperton, quien antes dirigía el Grupo de Investigación Ecológica Rhizosphere en el Centro de Investigación de Lethbridge en Alberta, Canadá, ahora opera su Servicio de Consultoría Earthspirit desde el rancho de la familia cerca de Florence, Montana. Su enfoque es desarrollar y promocionar un entendimiento sobre cómo una diversidad de cultivos que mejora la actividad biológica de la tierra e incita el procesamiento de residuos de cultivos, así como el ciclo de nutrientes para los cultivos subsecuentes, en busca de que el sistema no sea interrumpido por la labranza.
Este esfuerzo lo lleva no sólo a los laboratorios y los salones de conferencias, también a los hoyos de tierra excavados en los campos de cultivos y pasturas. Una oportunidad como esta ocurrió el verano pasado en el campo de maíz de Gail Fuller, justo saliendo de Emporia, Kansas.
En ese hoyo, Clapperton trabajó con Kris Nichols microbióloga de tierra de ARS-USDA para recolectar una capa de tierra y revelar indicios de un mundo biológico subterráneo que la mayoría de los granjeros que se recargan en las orilla no sabían que existía. “Hay millones de organismos que viven en un puñado de tierra y son parte de una red alimenticia que produce nitrógeno, fósforo y otros nutrientes disponibles para el crecimiento de las plantas”, dice Nichols. “Aparte de las lombrices de tierra y un poco de insectos, que no se pueden ver, pero la estructura de la tierra que crean, facilita esta comunidad biológica, es obvia en una tierra sana”.
Fuller, quien ofreció su campo para Cero Labranza en el Plains Whirlwind Tour, estaba contento al ver señales de esta actividad en su tierra. “Hemos hecho de la salud de la tierra el mayor enfoque en años recientes. Cuando empezamos la cero labranza hace 16 años, estábamos en una rotación de maíz/soya y no estaba funcionando muy bien, por lo que empezamos a agregar más diversidad al cultivo haciendo cultivos dobles detrás de trigo. Ahora hemos ido más lejos, al usar mezclas de cultivos de cobertura, que incluyen especies múltiples, además de plantar cultivos en grupo con nuestros cultivos regulares. “Nuestra meta es tener siempre algo creciendo en cada acre; el año pasado sembramos 51 cultivos diferentes”, señala Fuller.
Clapperton dice, que dicha diversidad en cultivos sobre el mismo terreno, lleva a una diversidad similar en el subsuelo –un paso clave para la mejora de la calidad de la tierra-. “Cada tipo de planta suelta sustancias de sus raíces que atraen a microorganismos específicos. Estos agregan a la diversidad biológica del suelo, volviéndolos más sanos y llevándolos a una productividad mayor con pocos insumos comprados, como los fertilizantes caros”.
“Está un poco trillado, pero hablando de diversidad de cultivos – y de los organismos diversos que forman una tierra de calidad- es cierto que si se prepara, aparecerán”, comenta.
La tierra saludable ha mejorado con la infiltración de agua, así como la capacidad de retención de agua y protección contra la erosión, pero el principal beneficio es, la capacidad para ciclar los nutrientes del cultivo y proporcionar un fertilizante “gratis”.
La materia orgánica que se forma de la descomposición de raíces y residuos de cosechas, es el alimento que produce la biología del suelo y que los microbios consumen, y son los nutrientes que están disponibles para el cultivo.
El agricultor/ganadero de North Dakota, Gabe Brown, ha visto que las tierras saludables tienen un efecto financiero positivo tanto en los pastos para el ganado como en la producción de cultivos. “Gracias a la cero labranza y a los cultivos de cobertura, hemos mejorado los niveles de materia orgánica del suelo en nuestro rancho de menos de 2% a los niveles actuales de más de 4%. Con los precios actuales del fertilizante, cada 1% de materia orgánica del suelo contiene $ 650 dólares por acre en valor de nitrógeno, fósforo, fosfato, sulfato y carbono”, comenta.
“Esto significa que a nuestro nivel de 4%, tenemos $ 2,600 dólares por acre en valor de esos nutrientes asegurados en la capa superior de 120 centímetros del terreno. Por supuesto, el truco es hacer que estén disponibles para las plantas y eso es lo que al estimular la actividad biológica del suelo entra en juego. En lugar de enfocarse en alimentar nuestra tierra para que alimente el cultivo. Podemos cultivar 140 bushels de maíz sin ningún fertilizante comercial”.
Ray Ward, de Ward Laboratories en Kearney, Nebraska, dice que los científicos de tierras no saben aún el efecto que tenga la actividad biológica incrementada del suelo en la tasa de liberación de nutrientes de materia orgánica del suelo. “Con labranza convencional, podríamos calcular una liberación anual de 1% de nitrógeno para cultivos de grano pequeño, 2% para cultivos en hilera y 4% para barbecho de verano”, explica Ward. “La cero labranza es casi la mitad de eso, pero esperamos que la tasa de liberación sea más alta con la actividad biológica incrementada en una tierra saludable”.
El papel de la cero labranza para crear una tierra sana es físico, la labranza puede destruir la estructura de la tierra y contribuir a la pérdida de carbón que se necesita en el suelo. La cero labranza no es el objetivo final, es la herramienta que nos permite administrar el ecosistema del suelo”, dice Dwayne Beck, director del Centro de Investigación Dakota Lakes, localizado cerca de Pierre, Dakota del Sur.
Beck, quien incrementó la adopción de la cero labranza en las Grandes Praderas, dice que el objetivo ha sido incrementar la diversidad de los cultivos. Necesitábamos cero labranza para tener suficiente humedad y para agregar cultivos que utilizaran mucha agua para rotación y que incrementaran la diversidad del cultivo. Los cultivos de cobertura son un agregado para esa diversidad. Son el siguiente paso para los programas de cero labranza exitosos”, explica.
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