Dentro de las principales semillas oleaginosas que consume México tenemos a la soya, la canola, el cártamo y el girasol, las cuales casi no se producen en el país por lo que son comprados por la industria nacional de aceites y grasas comestibles en el exterior para la producción de aceite vegetal para consumo humano.
El consumo de la canola en México ha presentando una tasa media de crecimiento anual de 5% en los últimos cinco años y, en promedio, asciende a 1.174 millones de toneladas anuales.
La canola ocupa en el país el segundo lugar en volumen de las importaciones de semillas oleaginosas (1.169 millones de toneladas).
La semilla de canola se desarrolló en Canadá y fue el resultado de hibridaciones tradicionales realizadas a la semilla de colza. Por medio de dicha tecnología se logró disminuir en la canola, a niveles inocuos, el contenido de compuestos tóxicos como el ácido erúcico y los glucosinolatos.
La palabra canola es el acrónimo de Canadian Oil Low Acid o Aceite Canadiense Bajo en Ácido.
La semilla de canola, así como otras oleaginosas, contiene ácidos grasos esenciales (no producidos por el cuerpo) poliinsaturados, los llamados omega 3 (ácido linolénico) y omega 6 (ácido linoleico).
Sin embargo, su aceite es el que presenta menor contenido de ácidos grasos saturados (7%) y es el segundo aceite en contener la mayor cantidad de ácidos grasos monosaturados (61%), después del aceite de oliva.
Es por esto que el aceite de canola posee características que son apreciadas por los consumidores que cuidan su salud y en especial la cardiovascular.
En promedio, entre el 2006 y el 2008 la superficie en México que se destinó para la producción de canola fue de poco más de 3,900 hectáreas, de las cuales se obtuvieron 5,200 toneladas.
Para satisfacer con producción nacional las necesidades de consumo se deberían sembrar alrededor de 768,000 hectáreas, considerando un rendimiento promedio de 1.5 toneladas por hectárea.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) se cuenta con la tecnología adecuada, con rendimientos superiores a los obtenidos con las variedades comerciales, para producir la oleaginosa en la parte norte de Tamaulipas, entre otras regiones de la República Mexicana.
Por otro lado, existen apoyos gubernamentales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para la aplicación del paquete tecnológico bajo el Programa Nacional de Producción de Oleaginosas 2007-2012.
Todo lo anterior, nos indica que existen posibilidades de negocio para la producción de canola. Es una oportunidad de negocio orientada al mercado que puede ayudar a disminuir las importaciones de canola en particular y de semillas oleaginosas en general que realiza México.