Última actualización: Feb 11th, 2022 - 09:25:19 |
Este año la población del país está sufriendo una fuerte escasez de agua, debido al retraso del periodo regular de las lluvias y a que las que se han presentado han sido de menor intensidad.
La ausencia de lluvias ha ocasionado que se hayan dejado sin sembrar para el ciclo PV algunas superficies agrícolas que dependen del temporal, y que las que se sembraron se encuentren en riesgo de perderse por la falta de humedad que requieren los cultivos. De no mejorar la situación el sector presentará bajas en la productividad y que repercutirá a su vez en una baja producción y escasez de alimentos y altos precios de los productos agrícolas, lo que pondría en riesgo la seguridad alimentaria del país.
Lo anterior invita a reflexionar a optimizar el recurso agua en la producción de los cultivos que el país requiere y a ahorrar agua con diferentes acciones; tendientes a evitar que la situación se agrave.
Una de las acciones a emprender es generar una cultura del cuidado del agua, con el impulso de investigaciones que estudien de fondo el problema y se generen las tecnologías y modelos con los que se haga una planeación óptima del recurso para varios años, con las que se logre su ahorro.
Se deben impulsar también acciones prácticas de manera inmediata como la reconversión productiva para el ciclo OI 2009-2010 a cultivos que ahorren agua; prácticas de conservación de la humedad como puede ser la labranza de conservación en los terrenos en los que sea factible de desarrollarse, y que es una actividad que tiene ya un importante antecedente en tierras del bajío; desarrollar obras de captación de agua como bordos y abrevaderos; además de fomentar su uso adecuado y la reutilización del agua en áreas urbanas.
En este sentido, los productores de oleaginosas, a partir de la reconversión productiva, contribuyen en gran medida al ahorro de este recurso, pues el menor uso de agua es una de las principales fortalezas de estos cultivos.
Para la producción de los alimentos se requieren diferentes cantidades de agua. Para producir un kilogramo de maíz se utilizan 900 litros de agua, para un kilogramo de trigo 1,300, mientras que para producir las oleaginosas canola, cártamo y girasol se requiere alrededor de 700 litros de agua por kilogramo. Esto quiere decir que con la siembra de las oleaginosas se logra un ahorro de hasta un 40 por ciento de agua con respecto a otros cultivos. Además, las oleaginosas cuentan con las ventajas de mayor resistencia a las sequías y de que aprovechan mejor la humedad residual.
No obstante las bondades de las oleaginosas, respecto al ahorro de agua, su siembra debe realizarse con una buena planeación respecto a las fechas de siembra y en general en la aplicación correcta del paquete tecnológico recomendado, pues de esta manera se logran los mejores rendimientos y una mejor producción. Así se optimiza el uso del agua y se impulsa la producción agrícola.
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