Ing. Pablo Aguilar Figueroa
Comité Nacional Sistema Producto Oleaginosas
El humus es el resultado de la descomposición de la materia orgánica muerta. El humus estable se mineraliza lentamente (1.5% a 2.0% por año), liberando cada año cantidades importantes de elementos nutritivos asimilables.
El humus estable contiene tres componentes principales: los ácidos húmicos, los ácidos fulvicos y la humina. Además el humus contiene sustancias hormonales y antibióticos que actúan sobre el crecimiento y la resistencia de las plantas a los parásitos.
El humus se comporta como un ácido débil que le permite atacar a ciertas sales insolubles del suelo, principalmente los fosfatos, volviéndolos aprovechables por las plantas. El humus es la base de la fertilidad y de la conservación de los suelos, protege la arcilla contra la dispersión, estabilizando la estructura del suelo, aumenta la capacidad total de intercambio del complejo absorbente (un gramo de humus fija alrededor de cinco veces más de cationes que un gramo de arcilla) y favorece la actividad biológica del suelo. El humus evita la formación de costras y la compactación, ayuda a la retención de agua y al drenado de la misma, e incrementa la porosidad del suelo.
Es indispensable compensar mediante aplicaciones de materia orgánica (estiércol, abonos verdes y residuos de cosechas) la perdida de humus que el suelo sufre anualmente. La cantidad de humus que un suelo cultivado pierde por hectárea por año está comprendido entre 700 y 1,000kg, en promedio la cantidad de humus que puede recibir por los residuos de cosecha es del orden de 600 a 800kg/ha/año.
Pero, si se incorporan los residuos que quedan después de una buena cosecha de canola, se estará aportando al suelo el material necesario para producir en promedio 1,500 kg de humus por hectárea, cantidad que compensa las pérdidas anuales; por lo que esta práctica puede ser una mejor alternativa para conservar la fertilidad del suelo que el estiércol de bovino, pues la aplicación de 10.0 ton de éste aportan aproximadamente 900 kg de humus por hectárea por año.
Los cereales (trigo y maíz) aportan una cantidad importante de humus, las pajas de trigo de una buena cosecha incorporados con adición de nitrógeno producen de 1,000 a 1,200 kg de humus/ha.