Antecedentes
Sin consulta de por medio al Sistema Producto Oleaginosas, como lo establece la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, a mediados del mes de octubre de 2008 la Secretaria de Economía notificó a la industria aceitera nacional la decisión del gobierno federal de eliminar el arancel NMF de importación a los aceites crudos (10%) y refinados (20%), en virtud de los altos precios alcanzados por los aceites embotellados durante el año pasado.
No obstante, la información presentada por la Secretaría de Economía para que la Comisión de Comercio Exterior aprobara esta decisión no correspondía a la mejor información disponible. Por ejemplo, se tomó como referencia los precios sólo hasta el mes de julio, cuando el costo de los insumos (oleaginosas) alcanzaron sus niveles más altos, cuando a partir de agosto estos se han reducido, lo cual repercutió directamente en el precio de los aceites embotellados en el mercado mexicano.
Inflación de Aceites y grasas vegetales comestibles (comparativo inflación en diciembre 1980-2008)
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De acuerdo con información del Banco de México, la tasa de inflación registrada en diciembre de 2008 para los aceites y las grasas vegetales de -0.62%, es la segunda más baja de los últimos 29 años para un mes de diciembre. Está sólo por debajo de la tasa de inflación de diciembre de 2005, -0.91% |
En noviembre de 2008, ante la falta de análisis y de consultas por parte de la Secretaría de Economía y el riesgo contra el empleo, la inversión y la agricultura, el Senado de la República emitió un punto de acuerdo, aprobado por unanimidad por todos los grupos parlamentarios, en el que se exhortaba al ejecutivo a no reducir los aranceles hasta que se concediera audiencia al sector afectado y se determinara la posible existencia de subsidios y prácticas de comercio desleal.
El hecho
Ignorando completamente el exhorto del Senado, el pasado 16 de diciembre de 2008 el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Economía publicó en el Diario Oficial de la Federación la eliminación de los aranceles a la importación de aceites vegetales comestibles, es decir, la medida no fue consultada ni con el sector productivo de aceites nacional ni con los productores de oleaginosas del país y, aún más, no se presentó un análisis del impacto negativo para la cadena productiva de oleaginosas.
Mucho menos se analizó la existencia de prácticas comerciales desleales en algunas de las naciones que resultarán beneficiadas con esta apertura unilateral.
Las razones
Las razones expuestas por el gobierno son que la producción de oleaginosas a nivel mundial se ha incrementado pero que no se ha cubierto la demanda para la producción de aceite embotellado porque se usa en la producción de biodiesel, cuando de la producción mundial de aceites vegetales durante los últimos años se destina a la fabricación de este biocombustibles menos del 10%.
El análisis de los mercados hubiera llevado a la Secretaría de Economía a concluir que las alzas en los precios de las materias primas agrícolas tuvo mucho más que ver con variables que pudieran llamarse tradicionales. Es decir, cambio climático, el creciente ingreso per cápita de China e India, restricciones comerciales de los gobiernos de países productores, entre otras.
El Decreto explica también que desde hace varios años el país es deficitario en la producción de oleaginosas y de aceites oleaginosos, por lo cual el Comité Nacional impulsó el Programa Nacional de Producción de Oleaginosas 2007-2012, que tiene como objetivo sustituir el 30 por ciento de las importaciones de oleaginosas en 2012.
Se menciona también que estos aranceles propician un mayor precio al consumidor y registran un incremento en precio mayor al del nivel general de precios, en deterioro del bienestar del consumidor y de la competitividad de las empresas nacionales, cuando prácticamente el 100% de las importaciones de semillas oleaginosas que se importan para su procesamiento en México están ya libres de arancel gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La semilla de soya se adquiere de Estados Unidos y la segunda oleaginosa que más se procesa en el país, la canola, se importa de Canadá. Es decir, los aranceles no impactan el precio, las alzas en las materias primas de más de 100% en un punto del tiempo son la causa de que los precios de los aceites embotellados subieran.
Ahora bien, a partir del mes de julio de 2008, los precios de las materias primas del mercado mundial revirtieron su tendencia y tienen ahora un comportamiento sostenido a la baja, lo que dio como resultado, que de manera natural los precios de los aceites también se redujeran.
El daño
La medida orienta al país a convertirse en importador de aceites subsidiados, eliminando en forma paulatina los diversos procesos de producción de aceites.
En primer lugar, se desincentiva el proceso de molienda de oleaginosas, ante la facilidad de importar aceites vegetales al mercado mexicano, lo que tiene implicaciones directas negativas sobre el campo.
De acuerdo con los datos de los sistemas producto oleaginosas, palma de coco, palma de aceite y algodón, los productores que se ven afectados con esta medida son cerca de 71 mil.
Con la desaparición del proceso de molienda, no habrá compradores para las cosechas nacionales de oleaginosas, cuya compra representa una demarra económica de $710 millones de pesos anuales para el campo mexicano. De la misma manera se afectaría al sector agropecuario, que demanda alrededor de 5.3 millones de toneladas de pastas oleaginosas al año para la alimentación del ganado bovino, porcino y aves.
Los proyectos e inversiones derivados del Programa Nacional de Producción de Oleaginosas se ponen en riesgo de cancelarse (en la última década se invirtieron más de 100 millones de pesos para apoyar el desarrollo de nuevas variedades de oleaginosas para que se constituyan en una opción más rentable para los agricultores). En lo que toca al Comité se ve comprometida la meta de sustitución de importaciones del 30% para el 2012.
La disminución de la actividad de las empresas aceiteras pondría en riesgo los 10 mil empleos directos que genera el sector de aceites y grasas vegetales (INEGI), así como los 30 mil empleos indirectos.
El decreto también puede impactar de manera negativa el proceso de refinación y embotellado de aceites nacionales, al facilitar la entrada al país de aceites embotellados listos para su venta.