Introducción
La producción de la soya en las Huastecas enfrenta la presencia de la roya asiática, que provoca una defoliación prematura y puede disminuir la producción entre el 80 y 100% dependiendo de las condiciones ambientales y de la etapa de desarrollo en la que ataque al cultivo. La importancia de esta enfermedad radica en su alta capacidad de dispersión y el monto de las pérdidas que puede ocasionar, en condiciones favorables, la enfermedad puede progresar, en tres semanas, de la infección inicial hasta un 90% de afectación de la soya.
En la región de la planicie Huasteca fue detectada por primera vez esta enfermedad en el año 2005, en donde usualmente se ha presentado a fines del ciclo del cultivo o en siembras tardías y de enero a marzo en la nacencia de soya; en los dos últimos años ha sido detectada atacando al cultivo de la jícama en el estado de Veracruz en donde ha causado severas pérdidas y en junio del presente año se ha detectado por primera vez en Chiapas. De acuerdo al comportamiento de la enfermedad, ésta se tarda de dos a tres años en establecerse y volverse endémica, lo cual depende en gran medida de la existencia de otros hospederos en la región.
Condiciones ambientales que favorecen la enfermedad
Las condiciones ambientales más adecuadas para el desarrollo de la enfermedad son temperaturas de 18 a 25°C y humedad relativa alta (75-80%) que permita la presencia de rocío en la planta, así como de poca luminosidad, por el contrario temperaturas debajo de los 15°C y arriba de los 28°C, hacen más lento el desarrollo de la enfermedad. Asimismo se ha observado que el desarrollo de la soya es afectado por el patrón de precipitación, ocurriendo la mayor severidad cuando la precipitación está bien distribuida a través del ciclo del cultivo, por lo que la intensidad con que se presenta la enfermedad está relacionada con el número de días con lluvia durante el llenado de la vaina.
Síntomas
Los primeros síntomas se presentan en las hojas inferiores conforme avanza la enfermedad hacia el tercio medio y superior de la planta, las hojas se tornan amarillentas y las lesiones se manifiestan como pústulas pequeñas de color marrón-amarillento a marrón-rojizo u oscuro visibles en el envés de las hojas con el auxilio de una lupa 30X. Las lesiones se presentan en el tercio inferior como consecuencia de una mayor humedad y baja luminosidad. Bajo condiciones ambientales óptimas, la infección progresa rápidamente hacia las hojas medias y superiores de la planta causando una defoliación severa.
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Los síntomas de la Roya asiática se presentan en las 1eras hojas de la Planta |
Control químico
La aplicación de fungicidas es el método más utilizado para controlar la roya. Una detección temprana, complementada con la aplicación oportuna de fungicidas, es la mejor alternativa para su control. El momento de la aplicación de los fungicidas dependerá de que se presenten las condiciones climáticas favorables para la enfermedad, la presencia y severidad de la misma y la edad de las plantas. Por otra parte, la eficiencia de control dependerá del momento de la aplicación, la sistematicidad y eficiencia del fungicida, el equipo de aplicación, tipo de aplicación (terrestre o aérea), boquillas utilizadas, volumen de agua, tamaño de las gotas (lo cual está dado por el tipo y tamaño de las boquillas usadas) y las condiciones climatológicas al momento de la aplicación.
El objetivo de la aplicación es la reducción de la carga de esporas en las hojas inferiores y la protección de las hojas medias y superiores. La efectividad de la aplicación será mayor en la medida en que las hojas inferiores reciban suficiente ingrediente activo para controlar el patogeno.
Fungicidas
Se han identificado como más eficientes varios productos del grupo de los estrobilurinas y de los triazoles. El grupo de las estrobilurinas presenta cierta actividad sistémica, no son absorbidas tan rápido como los triazoles y se mueven más lento, tienen una residualidad de 21 días, su actividad es preventiva, por lo que una vez presente la enfermedad pueden ser usados en combinación con un triazol. Los fungicidas del grupo de triazoles también tienen cierta actividad sistémica, y matan al hongo una vez que infecta los tejidos de la planta; por lo que se consideran como curativos; se mueven rápidamente a través de la hoja, pero tienen una residualidad de 14 días. En la actualidad la única mezcla formulada de ambos grupos de fungicidas en México y con registro de uso en el cultivo de la soya, es a base de trifloxystrbin + tebuconasole, sin embargo, se pueden realizar mezclas de tanque de una estrobilurina y un triazol, en tal caso se tiene efectividad contra la germinación de esporas, la penetración y la colonización.
Los productos y dosis recomendadas se presentan en el cuadro 1.
Cuadro 1. Productos y dosis recomendados para el control de la roya asiática en el cultivo
Grupo |
Nombre común |
Nombre comercial |
Dosis/ha |
Estrobilurinas |
Azoxystrobin
Pyraclostrobin |
Bankit 25 SC
Headline |
0.75 L/ha
0.3 L/ha |
Triazoles |
Cyproconazole
Tebuconazole
Epoxiconazole
Flutriafol |
Alto 100SL
Folicur 250 EW
Opus
Pointer |
0.5L/ha
0.3-0.5 L/ha
0.2 L/ha
0.4-0.6 L/ha |
Mezclas |
Azoxystrobin+ Cyproconazole |
Bankit 25 SC+
Alto 100SL |
0.25 L/ha+
0.25 L/ha+ |
Pyraclostrobin+ Epoxiconazole |
Headline+
Opus |
0.3 L/ha+
0.2 L/ha |
Trifloxystrobin+ Tebuconazole |
Consist 500 SC |
0.25 L/ha |
La sistematicidad de los fungicidas es local y no son altamente sistémicos como los herbicidas o insecticidas comúnmente usados, razón por la cual la penetración y cobertura son importantes; por otra parte, la sistematicidad no es igual entre los fungicidas del mismo grupo, y no tiene nada que ver con la eficiencia, la cual es diferente entre los miembros del mismo grupo.
Aplicación
De presentarse las condiciones ambientales para el desarrollo de la enfermedad es adecuado aplicar un fungicida preventivo y en caso de detectarse la enfermedad en la región o el predio, lo más conveniente es la aplicación de la mezcla de un fungicida preventivo (estrobilurina) con un curativo (triazol). De requerirse una segunda aplicación ésta deberá hacerse en un periodo entre los 20 y 25 días después de la primera aplicación utilizando una mezcla o un triazol, de manera que se tendría un periodo de protección alrededor de 50 días, con lo que prácticamente se protegería el periodo de inicio de floración (R1), a llenado de vaina (R6) de cualquiera de las variedades recomendadas para el trópico mexicano, (Huasteca 100, Huasteca 200, Huasteca 300 y Huasteca 400), periodo en el cual la soya es más susceptible al ataque de la enfermedad.
Es importante señalar que independientemente del fungicida o mezcla de fungicidas a utilizar, la aplicación deberá realizarse a más tardar cuando se observen los primeros síntomas y nunca aplicarse con un 10% o más daño en las plantas, ya que dicha aplicación no tendrá ningún beneficio debido a la rapidez con la que la enfermedad ataca a las plantas.
Consideraciones para la aplicación
En virtud de que el objetivo de la aplicación es tener una cobertura considerable de la planta y depositar la cantidad suficiente de producto para controlar la enfermedad, la cantidad de agua a utilizar por hectárea es sumamente importante, así como la calibración del equipo de aplicación. En aplicaciones terrestres se sugiere usar de 150 a 200 L de agua/ha y en aplicaciones aéreas como mínimo 60 L/ha, aunque se ha observado que las aplicaciones aéreas son menos eficientes que las aplicaciones terrestres, lo que puede afectar la eficiencia de control.
En el caso de la aplicación con equipos terrestres es además importante el uso de las boquillas adecuadas, se recomienda el uso de boquillas de cono hueco (TX 8 ó 10) con un volumen de aplicación de 150 L de agua/ha o más y una presión de 50 a 60 libras/pulgada2.
Con el fin de mejorar la cobertura del producto se sugiere la utilización de un producto dispersante y no un adherente, el cual puede interferir con la penetración del producto.
Por otra parte, es recomendable realizar las aplicaciones en las primeras horas del día, evitando las horas de mayor calor y menor humedad ambiental, así también debe evitarse hacer aplicaciones con vientos fuertes que causen arrastre del producto, lo cual es más crítico en aplicaciones aéreas.